jueves, 7 de enero de 2010

Chávez y la defensa del terrorismo

El mandatario venezolano una vez más llama la atención del mundo, defendiendo lo indefendible. Provoca un incidente diplomático con Francia al llamar revolucionario a Carlos Ilich Ramirez.





Hace 10 años envió una carta a Ilich Ramírez Sánchez, dejándonos estupefactos con su mal gusto y pésimo estilo literario.

En aquella ocasión contestaba a una carta del terrorista más buscado del planeta, detenido en Francia, en la que alababa al mandatario venezolano en busca una complicidad que entonces no se dio.

En dicha carta (Chávez) no hacía curiosamente ningún tipo de alabanza del personaje ni de los hechos que se le imputaban.

Lejos de ello se perdía por los cerros de Apure camino de Barinas, en no se sabe que parábola de los laberintos y las piedras que había mal leído en los clásicos griegos, las obras escogidas de Lenin, El Conde de Montecristo, las memorias de un francés y las alucinaciones de un moribundo Bolívar, sin decir nada sobre la condición del destinatario.

Auto-proclamarse revolucionario no da patente de nada, lejos de ello obliga a ser ejemplo para los demás.

Claro que para dar bombo y platillo a la reunión en Caracas, de 40 organizaciones de izquierda (pocas, la verdad sea dicha) y como siempre distraer la atención sobre sus problemas internos, se descuelga 10 años después, diciendo que Carlos Ilich (pomposo nombre que recuerda a (Carlos) Marx y a (Vladimir) Ilich, "Lenin", es un revolucionario.

Haberlo dicho antes, haberlo dicho entonces en aquella carta, o era ese el hilo de Ariadna que había que tejer?

A buenas horas mangas verdes... se acabó la guerra.

Esperar 10 largos años, para reunir a tan solo 40 organizaciones de todo el planeta, para afirmar delante de ellas, que el terrorista ahora es revolucionario, resulta sorprendente.

Hace diez años no estaban dadas las condiciones para asumir la revolución.

Vamos... para que revolución, para que partido, que ideario defendía, a que pueblo representaba el señor Carlos Ilich ?

No seré yo quien le acuse de nada, pero tampoco el que le defienda, hay cosas muy difíciles de defender, pero las ideas se defienden con ideas.

Poca razón asiste a los que defienden sus ideas a golpe de bombas y muertes de inocentes, otra cosa es defenderse de la brutalidad de la fuerza o empuñar las armas para defender la libertad cuando se sufre la opresión.

Tal vez mañana nos vuelva a despertar afirmando que Iran es un país libre, que goza de libertad religiosa o que va camino del socialismo islámico.

Que más da, el caso es decir barbaridades, con tal de desviar la atención sobre su mala gestión como gobernante y la caótica situación de la economía venezolana en franca recesión.

Pero usted no pare mi comandante, dele duro a Juan Bimba, que es de goma y no revienta.

Publicado en globedia.com el 25-11-2009