jueves, 7 de enero de 2010

Tambores de guerra en Venezuela


Cuando una opción de izquierda alcanza el poder en América, se conjuran todos los hechiceros de la derecha para echarle mal de ojo. De lo primero que se le acusa es de querer montar una guerra con el vecino.


Pretender que los Estados Unidos, pueda apoyar una invasión de Venezuela en apoyo a una hipotética agresión a Colombia, a estas alturas de la historia, suena a poco creible, por no decir a infantil, después de lo de Granada, (hace 26 años) no se ha dado el caso de intervención alguna, en territorio americano por parte de los EE.UU., la invasión de Panamá en 1.999 fue mas bien un ajuste de cuentas.

Las intervenciones indirectas, a través del apoyo de instructores militares y del uso de equipos especiales es otra cosa, la instalación de centros de escucha y seguimiento a las FF.AA. de Venezuela, no solo no es descartable, sino una práctica habitual del Pentágono en toda América, de Norte a Sur, por consiguiente, es un uso habitual de su supremacía tecnológica y capacidad de maniobra a nivel planetario. Esas práctica las utilizan en todo el planeta.

Algunos periodistas y medios de comunicación, fomentan el alarmismo injustificado, de forma irresponsable y oportunista.

Dicho esto, la cuestión de la soberanía venezolana sobre los yacimientos de hidrocarburos existentes en el golfo de Venezuela, nadie la pone, ni la ha puesto en cuestión.

Por tanto hurgar en el pasado, rebuscar antagonismos entre naciones hermanadas desde el origen mismo de su historia común, parece un despropósito.

Otra cosa bien distinta, es que los gobernantes de turno no se lleven bien.

Pretender que un acomodado señorito de raza caucasiana y derechista como Uribe, se abrace con un zambo de Barinas, de origen humilde, izquierdista hasta la médula, suena a chiste de Groucho Marx.

La televisión Colombiana, usando personajes de Miami, alarma sobre una posible invasión desde Venezuela
El abrazo de Santa Ana, fue posible gracias a que ambos generales eran masones, y ambos eran liberales.

Hacerse eco, de la bulla que montan los gusanos de Miami, alentados por su anti-castrismo y las alucinaciones de algún militar venezolano "despistado", que nada tienen que ver con la realidad y la situación actual de la región, es hacerle el juego a los enemigos de Chávez.

La bulla, el ruido, que montan la derecha, tanto colombiana como venezolana, el coro anti-castrista de Miami, y los consabidos, interesados en que Chávez se vaya, sirve para agrandar los supuestos peligros del gobierno legítimo de Chávez, como hicieron en su día esos mismos alarmistas con el gobierno legítimo de Salvador Allende.

En Venezuela no hay fábricas iraníes de enriquecimiento de uranio, no hay un programa nuclear en marcha, no hay un plan en marcha para invadir Colombia.

Lo que si hay es mucha palabrería, y esto ya recuerda a una gallera.

Seamos serios. y dejemos que el comandante haga los chistes.

Hablar de guerra es algo serio, y dejarse llevar por agitadores del miedo como la derecha yanqui y sus
amigos de Miami, es poco serio.

Publicado en globedia.com el 25-10-2009